E ntrarás en una bodega construida por los Compagnons du Devoir en 1870.
Sus bóvedas de piedra labrada mantienen un ambiente propicio para la maduración de vinos de gran tradición.

A sentada en el terruño histórico de la comuna de Langlade, nuestra familia sucesora de Edgard Dufès ha estado trabajando las viñas con pasión durante cinco siglos.

D esde el viñedo hasta la botella, utilizamos y adaptamos técnicas ancestrales para mantener nuestro vino como la expresión de una cultura milenaria.

H oy en día, en Langlade, se puede descubrir la identidad de un viticultor de alta cultura y la riqueza latente de este terruño de renombre.

L as viñas se mencionaron por primera vez en 936 y alcanzaron su apogeo bajo el reinado del Rey Sol, Luis XIV, quien otorgó un escudo de armas, tres estacas de viña sobre un fondo de plata, al pueblo.
Desde entonces, este néctar se ha clasificado como un tercer crecimiento en Francia.

E n el siglo XVIII, estos eran los vinos que se servían al presidente de los Estados Unidos, T. Jefferson, durante su visita a Nimes.

L anglade no es solo un vino de gastronomía sino también un vino de poesía que Maurice Chauvet ilustra con sus palabras: " Te digo que este gran vino no es para militares, es un vino para filósofos o amantes. Es el vino de los domingos en Nîmes. Un ciprés, el techo de un laberinto, una canción...  »

P ara la familia DUFÈS, que ha sido moldeada por esta tierra durante 5 siglos, el vino es una experiencia humana y colectiva. La cultura actual ha tomado prestados los métodos tradicionales para redescubrir los sabores de antaño.

L a tierra, trabajada por el arado, exalta los sutiles aromas de las uvas sobre una tierra viva que resuena con la estridulación de las cigarras.

E ste pequeño viñedo familiar es hecho a mano como un bordado de la naturaleza.

C ada año trae sorpresas y misterios. Jóvenes y mayores participan en un festival de otoño de la vendimia.

L a selección de las uvas facilita esta maceración intrapiel suave y sin estrés: estrujado con peso corporal, uso de la prensa vertical Marmonnier 1911 de los antepasados.

S yrahs, Cinsaults, Garnachas, Mourvèdres y Viogner entran en las cubas, dejando que las levaduras del terruño expresen el color y la profundidad del vino.

P or gravedad, el vino desciende a la bodega donde será envejecido en barricas de 12 a 24 meses. Aquí es donde se expresarán las extracciones aromáticas y la mineralidad que aportan las margas arcillo-calizas.

T ranquilamente, el maridaje entre el vino y las barricas nos da la promesa de un gran vino Langlade, al que hay que saber esperar para encontrar el equilibrio y un sabor maravilloso todo en frescura.

C on técnicas ancestrales, se pueden degustar los vinos de antaño, finos y con gran riqueza aromática y densidad.
Una crianza esencial revela un carácter particularmente auténtico que le dio a este vino sus títulos nobiliarios.

E l tinto LANGLADE es un vino sutil, de color intenso y tanto más agradable en este sur porque no tiene la violencia alcohólica de los vinos de esta región.
Servido durante una comida, combinará sus platos y dejará a sus invitados con el recuerdo de una unión perfecta.

E l blanco LANGLADE es sinónimo de finura con una hermosa riqueza aromática y una gran mineralidad.
Su excepcional frescura te permitirá servirlo como aperitivo y con una gran variedad de platos.